En este año que termina, la humanidad se está enfrentado al primer y desgraciado acontecimiento global, la pandemia del COVID-19. Ello está poniendo a prueba las distintas facetas del ser humano del siglo XXI

Una de esas facetas, es su capacidad de empatizar con el sufrimiento ajeno, incluso y en la medida de sus posibilidades, aliviarlo sintiendo que el otro no es un ser ajeno a mí, sino un miembro más de la gran familia de la que todos formamos parte: la humanidad.
En estos días, afortunadamente, abundan las acciones encaminadas a distintos fines de carácter solidario, convivencial, … pero, para que ello sea posible, necesitamos que se haga presente el valor de la fraternidad entre nosotros.

Te invito a unirte en Meditación con la intención de pedir por una relación más estrecha, cordial y llena de confraternización entre las personas, las instituciones públicas y privadas así como las naciones, para superar estos momentos tan complicados que estamos viviendo y aquellos que sin duda vendrán.

Daksha – Martín L.